Greene tiene problemas con sus compañeros continuamente así como con los pacientes. Corday, ajena a todo, atiende los preparativos de la boda. Malucci pierde los nervios al hacerse cargo de un paciente gay. El obispo Steward regresa a urgencias solicitando esteroides para poder continuar con su labor religiosa. Kovac descubre demasiado tarde que éste padece una enfermedad terminal.