Con un troyano, Lombardo comienza a controlar a Testori y Pellegrini descubre que el gerente e Iaccarino habían comprado un barco hace unos días. La comandante Massini descubre que a su colega Piras le han incautado heroína sin su conocimiento y recurre a Testori, siendo reprendida por sus acciones. Testori cuenta con la ayuda del mediador Ibrahim Fatah para comprender las acciones y movimientos de los prisioneros musulmanes.