Sito prepara su próxima descarga con su gente. Están furiosos por los métodos empleados por Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y quieren contratacar. Sito les cierra la boca, si empiezan a matar a agentes de la ley todos los ojos se volverán hacia Galicia y adiós negocio. Pero no todos lo entenderán. En la descarga, Petete y Amador están en la planeadora cargada de droga. Braña y Portabales esperan en la playa junto a los braceiros. Otra acción de la Guardia Civil acabará con detenciones… y con un agente gravemente malherido. Sito se reúne con la cooperativa, tiene dos grandes preocupaciones. La primera, la salud del agente de aduanas herido. Si muere, Galicia va a empezar a parecer una suerte de Sicilia. También le preocupa que la Guardia Civil sepa tanto de sus descargas últimamente. Charlín ha contactado con Matta-Ballesteros… Sito le advierte: ese hombre es peligroso. Su hija, Pilar, se ofrece a dirigir la descarga de cocaína de Matta-Ballesteros, ¿lo permitirá el viejo Charlín? ¿Dejará que su hija tome tal responsabilidad? ¿Qué hará ella si su padre no se lo permite? En una discoteca, un chaval sufre una sobredosis de cocaína. Es el hijo de Carmen Avendaño que, desesperada acude a hablar con el sargento Castro: su hijo está siendo consumido por la fariña, Darío lo entiende, pero los de arriba les protegen. Carmen está dispuesta a hacer mucho ruido para que sí les oigan.