Morey decide regresar a la comisaría para tratar de proteger a Fátima de Kahled, uno de los cabecillas de Akrab. Sin embargo, después de todo lo ocurrido, no va a ser tan fácil acercarse a la mujer de su vida, y mucho menos abrirle los ojos. El agente del CNI logra reunirse con la hija mayor de la familia Ben Barek, sin embargo el recibimiento no es del todo como se esperaba. Morey apenas tiene oportunidad de hablar mientras Fátima rompe en lágrimas y reproches ante el que era el amor de su vida. El agente intenta decirle la verdad sobre quién es Khaled, pero Fátima no está dispuesta a escucharle y a dejarse herir de nuevo por el hombre que mató a su hermano Abdu.