El ritmo frenético en el Memorial Hospital de Chicago no cesa para sus trabajadores. Mientras Kovac está en la ciudad buscando trabajo, Neela está preocupada por una complicación surgida durante una operación, que ha causado una infección a su paciente. Por su parte, Abby trata a un adolescente que ha sido golpeado y Brenner, lejos de ayudar, sigue causando problemas al servicio de urgencias.