Gallant es enterrado con honores militares. Neela no puede superar su pérdida. Greg le ofrece todo su apoyo, pero no es suficiente. Dos presidiarios, uno de ellos el ex marido de Sam, planean su fuga de la cárcel, pasando por urgencias del hospital. Las cosas no salen según lo previsto, y se produce un gran tiroteo con numerosos heridos.