Entre las víctimas descubre a una niña de apenas doce años, que se encontraba sola en su domicilio, ya que sus padres la habían dejado encerrada en la casa. La enfermera Sam es partidaria de dar cuenta a los Servicios Sociales. El doctor Bartlet decide hacerse cargo de la niña. Además de los heridos por el incendio, llega al hospital Eugene, un habitual entre los servicios de urgencia muy conocido entre los sanitarios, que no le prestan mucha atención. Sin embargo, una confesión del joven hace que Bartlett decida ingresarlo en Urgencias. La Dra. Lewis habla con Weaver y le comenta su enfado y su desilusión al saber que no ha sido nombrada profesora asociada de Medicina de Urgencias, y que ese puesto se lo han dado al Dr Carter.