Los representantes de Sailor Jerry solicitan la ayuda de la tienda para construir una motocicleta para conmemorar el estilo icónico del difunto artista y para subastarla en una próxima recaudación de fondos de caridad. Con tatuajes en el cerebro, Danny decide que es hora de que Mike y Ryan finalmente mejoren su horrible arte corporal. Además, Danny lleva a Mike a la casa de su amigo Steve para ver su Willys de 1941, con la esperanza de que Mike aprenda a apreciar un verdadero clásico.