Despiadado cuando se le exige, misericordioso cuando es necesario, Bruno es el rey en sus dominios. Pero el asesinato de Nicola Iaccarino, su mejor amigo y mano derecha, sacude el mundo de Bruno. La fiscal Laura Lombardo investiga y teje una red de sospechas en torno a Bruno, sus métodos y la gestión sin escrúpulos de la prisión. A eso se suma la muerte de Lackovic, preso condenado a cadena perpetua y principal aliado de Bruno entre los reclusos. Todo esto hace tambalear el frágil orden de la prisión.