En la final del torneo de la prefectura con su equipo perdiendo 1-0, el delantero Yoichi Isagi, prestando atención a las palabras de su entrenador acerca de que el fútbol es un juego de equipo, opta por pasar el balón a su compañero de equipo abierto en lugar de disparar él mismo a la portería, y su el compañero falla. El oponente toma el balón hacia el otro lado con su capitán, Ryosuke Kira, pateando el gol definitivo para avanzar al torneo nacional.